¡¡Hola a todo el mundo!! Después de unos días
puedo decir que mi ordenador está ¡¡COMPLETAMENTE ARREGLADO!! Mi trabajo me ha
costado hacerlo, pues el muy jodío ha estado por la labor de ponérmelo difícil.
Cuando parecía que todo estaba en orden algo ocurría para volver que tener que
formatear. El ejemplo lo he tenido en la instalación de un corta fuegos, algo a
priori al alcance de cualquier usuario de nivel medio-bajo de informática, es
decir, solo hay que darle a siguiente>siguiente>aceptar>terminar; pues
cada vez que instalaba uno (indistintamente de la marca del software) el
ordenador le daba por no arrancar. En fin, pasa palabra…
El resto de la vida sigue más o menos como
siempre, el tiempo lo distribuyo en entre echar currículums a diestro y
siniestro, aprender alemán (parece que voy mejorando pero me hace falta un
mundo de vocabulario) y el apasionante mundo de la conducción. Los dos primeros
puntos ya los he comentado con anterioridad, así que voy a centrarme en
explicar el sinfín anomalías que realizo mientras estoy al volante.
Lo que claramente peor llevo son las
rotondas, que suben de nivel cuando le añadimos más de un carril; a esto hay
que añadirle la diferencia de criterio entre mi profesor y yo (y no lo hago por
discutir). Cuando el hombre me dice que no hay que hacer un ceda el paso,
aunque yo veo coches dentro de la glorieta, yo freno; cuando me dice que hay
que hacer el ceda, yo veo la glorieta vacía y me meto sin pensarlo dos veces.
Otra de las cosas curiosas fue cuando un conductor algo violento y un pelín
estúpido me pitó cuan energúmeno cuando
me introduje con mi coche en una rotonda de tres carriles, y yo ante la
situación de nerviosismo me da por acelerar de frente sin dejar que nadie (el
profesor) me torciera el volante…no quedó mucho para formar parte de la
glorieta.
Saliendo de las glorietas otro de mis
polémicas interiores es distinguir bien los pedales una vez que estoy en
movimiento (en parado lo veo sencillo jeje). Cuando el pasado lunes me dirigía
por primera vez en carretera a un pueblo cercano a Granada, Alfacar, y mi
profesor me dice “pero métele la quinta ya” y le contesto “eso está hecho”, no
sabía que a 60 Km/h con coches detrás se me iría el pie izquierdo al pedal del
freno produciendo un estruendo de pitos de mis compañeros conductores a la vez
que el profesor me decía que me había confundido de pedal, ¿seguro? Porque me
lo dijo porque no me había dado cuenta.
Por todo lo demás la conducción está chupada
jeje, de aquí a nada lo tengo. Ahora lo malo va a ser quien me va a dejar el
coche después de esto, pero eso es otro tema.
Epero retomar la continuidad de escribir
ahora con el ordenador arreglado. En los próximos posts espero terminar el
viaje a Stuttgart. Un saludo a todo el mundo.
2 comentarios:
Sabes que lo mio es tuyo, así que el día que tenga coche podrás contar con él. Un abrazo crack
Gracias Alvaro, si yo se que si no es por ti!! jejeje
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